martes, 23 de noviembre de 2010

Malevitch y Kapuscinski conversan sobre la muerte


Kassimir Malevitch, Cuadrado blanco sobre fondo blanco.



"Y el blanco, un blanco omnipresente, cegador, misterioso, absoluto. Un blanco que cautiva, pero si alguien deja que lo seduzca, si, queriendo adentrarse en él, cae en su trampa, morirá. El blanco destruirá a todo aquel que intente acercársele, que trate de descubrir su secreto. Los arrojará de las cumbres para abandonarlos congelados en los nevados llanos. Los buriatos siberianos consideran sagrado todo animal blanco; creen que matarlo equivale a cometer un pecado que sólo se redimirá con la muerte. Miran la blanca Siberia como un templo en el que mora el dios mismo. Se deshacen en reverencias ante sus llanuras y rinden homenaje a sus panoramas, siempre temerosos de que allí, de las profundidades blancas, llegue la muerte.


El blanco se asocia a menudo con lo definitivo, con el límite, con la muerte. En las culturas en las que la gente vive con el miedo a la muerte, los enlutados se visten de negro para ahuyentarla y aislarla, para circunscribirla al difunto. Por el contrario, allí donde la muerte se considera como otra forma de vida, una forma diferente de la existencia, los enlutados se atavían de blanco, al igual que visten al muerto. Aquí el blanco es el color de la aceptación, de la conformidad, de la resignación ante el destino.


Hay en este paisaje siberiano de enero algo que inmoviliza, que paraliza y oprime. Y ese algo es, sobre todo, su inmensidad, su inconmesurabilidad, su oceánica infinitud."



Ryszard Kapuscinski, El Imperio, página 41.

jueves, 18 de noviembre de 2010

una pintura de Mikulas Medek



Harto de escuchar: la vida es esto: ver mancharse el lienzo, la pared, el cielo con hormigas o con humo. Ser únicamente testigo. Mirar el dibujo que las nubes forman en la ventana. Asistir a la maravilla. Y sin embargo sé que no somos elementos pasivos del milagro, lo sé, sé que nosotros somos precisamente el milagro. Que lo que sucede sucede para que nosotros lo veamos, que sucede porque lo vemos. En la habitación vacía, la sal derramada, el hilo de insectos que asciende desde el incendio invisible. Tú y yo, testigos de sí.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Andaluces de Jaén


Un par de cosas. No robo mucho tiempo. Hoy a las 20:30h estaré en el centro de juventud de Villanueva del Arzobispo (jaén) realizando la lectura que se pospuso hace meses. Andaluces de Jaén, pasaos. Y por otro lado Jesús Aguado ha editado el volumen No sabe andar despacio (CEDMA, 2010) donde unos cuantos escritores (¿poetas?) más o menos jóvenes damos nuestro punto de vista sobre la obra de Miguel Hernández en la hora de su centenario. Hay cosas muy interesantes como la aproximación a la obra hernandiana desde el punto de vista del fetichismo y el masoquismo que nos ofrece Alberto Santamaría, los hay que glosan las virtudes y otros que enfocan en los defectos. Estimulantes todos. Por mi parte contribuyo con un explícito: Miguel Hernández. Cara B. Algún día subo un fragmento.

jueves, 11 de noviembre de 2010

DAME (Carlos Edmundo de Ory)

Dame algo más que silencio o dulzura
Algo que tengas y no sepas
No quiero regalos exquisitos
Dame una piedra

No te quedes quieto mirándome
como si quisieras decirme
que hay demasiadas cosas mudas
debajo de lo que se dice

Dame algo lento y delgado
como un cuchillo por la espalda
Y si no tienes nada que darme
¡dame todo lo que te falta!


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Carlos Edmundo de Ory descansa ya donde van los versos no escritos. El siglo XX sigue apagándose poco a poco. Si acaso que no se agote ni la magia ni la rebelión.

lunes, 8 de noviembre de 2010

el viento, los libros, la música



Segunda semana de noviembre, y el viento sopla con rabia. Hay un idioma de lobo silbando entre los agujeros de las persianas, también conducir es complicado si el aire choca a una velocidad análoga a la del vehículo. Alerta naranja. Precaución, pero no miedo. Que esto no nos puede parar, y menos esta semana en la que literalmente no vamos a poder. Hoy comienza el Festival de Poesía y Música, y durante la semana vamos a poder disfrutar de los versos y las melodías de Juan Carlos Mestre, Santiago Auserón, Eloy Fernández Porta o el Sr. Chinarro. Buen menú. Dentro de ese mismo festival intervengo el martes a las 20:30h en la plaza que hay enfrente de la Escuela de Artes, junto a los jazzmen Jesús Masero y Liborio López. Algo distinto sonará, algo nuevo. Pero antes, esta misma tarde a las 19:30h, casi como teloneros de Juan Perro, en la librería Picasso ejerzo como presentador del libro Poetry is not dead de Luna Miguel. Sería bonito encontraros por ahí, siempre y cuando el viento no nos lleve por delante, y si nos lleva, que sea en el mismo torbellino.



viernes, 5 de noviembre de 2010

SERÁN CENIZA... (José Ángel Valente)

Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.

Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.

Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.

Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.






[de A modo de esperanza, 1955]

lunes, 1 de noviembre de 2010

ALIMENTACIÓN DOCTRINAL (James Ensor)


James Ensor (1860-1949) era un flamenco de sangre inglesa. Un tipo peculiar ya desde el ADN, que decidió pintar frente al rechazo de su pequeña familia burguesa, pero pintó y también fue rechazado por el academicismo que no entendía sus colores ni su mordacidad, así que fundó el grupo de los XX, outsiders belgas que también rechazaron su obra maestra (Entrada triunfal de Cristo en Bruselas). Así que estaba un poco arrinconado en su encierro de Ostende y le dio por hacer grabados y pintarlos a mano, con toda la mala leche posible. Esta es la tierra de Bruegel el viejo y de ironía sabemos un poco, me llamo Ensor y esto es lo que pienso de Bélgica: mierda mental. Este es el alimento de este país: mierda. La doctrina de la iglesia, del rey, del ejército, de la clase burguesa a la que pertenezco: mierda que recibe con la boca abierta el pueblo belga. Esa es su moral. Desde Ostende se tiene una perspectiva perfecta de todo Occidente. Qué risa, qué enfermedad. Al poco los tiempos trajeron fauvismos, expresionismos y surrealismos, y Ensor, que llevaba ya mucho tiempo plagiándose a sí mismo, fue descubierto. Cuánto aplauso ahora, ¿verdad, James? monografías, exposiciones internacionales, el rey de Bélgica que te nombra Barón y te da una medalla, una estatua en tu pueblo. Entonces, claro, queda feo este grabado y James da órdenes de que no se reproduzca más. La radicalidad tiene el límite de la sombra, muchos perros dejan de morder si le acarician el lomo. No le busquemos tampoco la moraleja al asunto, quedémonos con el detalle de esos culos cagando o con los líos en los que se metió durante la ocupación nazi, cuando sacó su vieja mala baba para pintar hilarantes caricaturas de los generales enemigos. Eso es lo maravilloso de una vida de contradicciones, que siempre nos podemos quedar con la parte que más nos convenga. Yo me quedo con el punk de 1889.